domingo, 31 de octubre de 2010

Duele cambiar

No hablo de un simple cambio, sino de darte cuenta que ya no eres pequeño. Que estás en medio y que tristemente pasarás al clan de los adultos que tanto ansiabas de pequeño, pero.. eso ya no lo quieres. Quieres ser un niño sin preocupación, quieres volver a la infancia y aprovechar esa desdeñable época, para declararte a alguna chica, o hacer más trastadas de las tuyas o quizás, no acomplejarte con lo que decían de ti. Y bueno, quien sabe a lo mejor aprovecharías los conocimientos de adulto para hacerte más interesante y ruín, eso haría yo.. sin llegar a kinki.


Lo que más duele, es el choque de la realidad en la vida; cuando te das cuenta que estás aquí para hacer tal cosa en la vida, que ser futbolista de mayor, no es algo fácil (algunos, creen todavía que van a serlo). Te das cuento del fatídico caos que existe, te das cuenta de que todo tiene sus contras y ya es casi imposible que saques una sonrisa así porque sí.




Rectifico, no a todos les pasa esto, pero creo que lo llaman madurar. Y es horrible, pero hay que hacerlo. Nunca sabríamos qué elegir, decantarnos por madurar y ser infelices descubriento lo cruel que puede ser el mundo o, ser ignorante, niño que cree solo en su mundo y nada más, aunque feliz. Lo bueno, es que siempre queda algo de ese niño muy dentro de nosotros.

Las próximas entradas que haga serán de relatos, no me gusta tener altibajos y transmitirlos (por si hay algún emo..xD).

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