martes, 5 de octubre de 2010

Pensamientos

Una sensación es indicativa de muchas cosas. Sentir es humano. Querer volar con la imaginación a otro lugar es algo por lo que muchas personas pasan y creo que es la perfecta manera para evadirse. Siempre me ha llamado la atención que nadie, prácticamente nadie, es consciente de la situación en la que está o en el mundo que vivimos.


Actuamos sin pensar, tenemos una pequeña mente que nos dice que todo los planes que vayamos a ser serán los planes de un genio, pero... ¿Somos genios? Esa palabra está muy usada, o en su caso malempleada. Si miras mejor, nadie es un genio; nadie puede salir de aquí, comprobar exactamente qué somos, ni darle explicación a por qué un niño según nace y tal cómo es de débil; sobrevive.


Podemos decir, hoy en día que la ciencia avanza pero, también podemos decir que de ser un animal a un humano no hay sino un paso. ¿Qué es lo que hacemos en nuestras vidas? Simplemente, sobrevivir. No estamos conscientes de nuestra misión, nuestro legado o nuestro futuro. Por mucho que se haya investigado, la exactitud es un campo que ni el mejor simio podría dominar. Llenar nuestra vidas de sensaciones, creo que ese es el mejor escape, creo que la mejor forma de conseguirlo es acariciando ese mundo infinito del que todos huyen y sin embargo, querrían adentrarse.


Cada uno debería aprovechar esos momentos en que se es libre, se es feliz. Se es el pan que creció repentinamente y busca ser sacado del horno antes de quemarse. El mundo ideal, se nos hace grande; quizá sea mejor así... Seguro que sí. Lo mejor es sentir y valorarlo, recordar que no todas las cabezas pueden tener ilusión, coraje y curiosidad para admitir que no saben nada de todo lo que les rodea.


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