Príncipe

Siempre me han gustado las galletas... Pero las galletas príncipe nunca las he aguantado. Son tan... "perfectas" me recuerdan tanto a mi padre... Mi padre, debería hablaros de él.


Un hombre trabajador, sin duda. Mucho dinero, pocos sentimientos. Se pasa los días fuera del país trabajando, arguye que si no, no hay comida. Supongo que tiene razón. Es un hombre que cree que las cosas tienen que hacerse lo mejor posible y por tanto... Su hijo debe de ser perfecto. Notas excelentes, amistades excelentes, buenos modales, buena pronunciación y vocabulario y ¿por qué no? tener algún talento especial.


Bueno, su pequeño tenía excelentes notas y amigos, buenos modales, pronunciación y no tenía nungún talento especial. También tenía, sin embargo, algo que a él no le gustaba. Algo que no gusta a nadie que gobierna algún sitio (En este caso, su casa). Me refiero a tener voluntad, convicciones y pensar por si mismo.


Yo quería volver a vivir con mi madre, y con un poco de suerte, en España. Mi padre se oponía a ésto así que tuve que boicotear mi propia imagen. Suspendí en el instituto, hablaba de mala gana, comencé a dejar a mis amigos de lado. Y en fin... esas cosas que él odiaba de alguien.

Al final funcionó, vivo con mi madre en España, feliz, lo que quería vamos... Y ¡mira por dónde! Tengo amigos, buenas notas, y algún que otro talento, según creo. Llevo una vida normal y tengo príncipefobia, lo típico que te dicen por la calle, vamos. "¡Tengo principefobia!" De momento no mantengo contacto con él, pero no es realmente importante para mi. Me gustaría que la compañía que hace las galletas príncipe fuese un poco solidaria y cerrase.